En México existen varios millones de propiedades en alquiler. Eso indica que, además, existen millones de propietarios que no por tener un ingreso recurrente a través de las rentas no pudieran necesitar de liquidez o de disponer de un mayor capital para hacer frente a distintos escenarios.
Es justo allí donde entra el concepto del adelanto de rentas. El adelanto de rentas es un tipo de financiación no bancaria que está ganando muchos adeptos en muchos países de Latinoamérica, principalmente por tratarse de un concepto innovador y con muchos beneficios para los propietarios de inmuebles.
¿Qué es y cómo funciona?
El adelanto de rentas consiste en que una empresa del sector financiero, a menudo denominadas fintech o proptech por tratarse de finanzas alusivas a las propiedades inmuebles, ofrece la opción de crédito por adelanto de rentas. Es decir, permite que los propietarios puedan cobrar por adelantado las rentas de hasta 36 meses, para poder utilizar ese dinero con total libertad.
El funcionamiento, a pesar de que actualmente habrá diversas empresas que ofrezcan dicho método, es similar en casi todos los casos:
- Se envía la información sobre el contrato de arrendamiento vigente y datos personales y fiscales a la empresa.
- La empresa evalúa que todo esté bien y luego solicita información de hasta cuántos meses de renta quisiera adelantar el propietario.
- En empresas como Ziff, es posible adelantar hasta el final del contrato de arrendamiento vigente o hasta 36 meses, lo que sea menor en ese sentido.
Es preciso aclarar que el adelanto de rentas no implica que el inquilino deba hacer frente a un pago de 36 meses de renta o escenarios similares, sino que a partir de allí comenzará a pagar mensualmente su renta a la empresa prestataria del adelanto, más no directamente al propietario del inmueble, que ya ha recibido la totalidad del ingreso por el contrato.
¿Qué beneficios tiene para los propietarios de inmuebles?
En primer lugar, y quizá el aspecto más importante, es reducir los riesgos de impago y de mora dentro del contrato de arrendamiento. Al haber recibido el dinero por adelantado, ya estaría cubierto en ese sentido. Para todo propietario de un inmueble en alquiler, esa pudiera ser una razón tranquilizadora y que de por sí haga valer la alternativa de financiación en toda regla.
Sin embargo, hay otros beneficios que considerar:
- Cubrir costes de mantenimiento o reformas: las reformas y remodelaciones, el mantenimiento al día sobre todo de aspectos correctivos, permiten que los inmuebles ganen valor y que incluso en nuevos contratos puedan elevar el precio de renta media. Sin embargo, al ganar un ingreso mensual estable pero no creciente, la liquidez para realizar este tipo de trabajos puede no ser suficiente para los propietarios.
- Cubrir deudas o invertir: la razón habitual tiene que ver con el aspecto financiero. Las deudas vencidas, generadas por el propio inmueble o a título personal, son una preocupación para todos. Poder utilizar su propio activo financiero para cubrir dicha deuda es una buena noticia. Pero, sin duda, una de las finalidades habituales de los adelantos de rentas es permitir invertir o dar un enganche para nuevos inmuebles, que sirvan para generar cada vez más ingresos de este tipo.
En el mundo del alquiler de viviendas, el propietario puede esperar muchos años hasta lograr ver que su inversión ha llegado hasta el punto de equilibrio y comenzará a generar sólo ganancias. Pero en ese trayecto es posible que haya requerido de invertir y de sufragar deudas para que el inmueble siga teniendo igual o más valor. Es justo en esos escenarios donde la posibilidad de contar con el adelanto de rentas brinda certezas y mayores alternativas de actuación, evitando descapitalizarse para mejorar los inmuebles, tener que sacar dinero de otras partes porque el inquilino ha estado en mora o directamente no ha pagado, y otra clase de complicaciones muy habituales en el sector.