¿A quién no le llaman la atención esas preciosas casitas de muñecas grandes, tan llenas de detalles? Desde hace cientos de años, la afición por poseer y decorar estas viviendas en miniatura ha fascinado a grandes y pequeños.
Sin embargo, a la hora de decidirse a comprar una, es preciso tener en cuenta una serie de factores. No todas las casas de muñecas son iguales ni están pensadas para el mismo tipo de usuario, por lo que con esta guía podremos decidir cuál es la idónea.
¿Qué casita de muñecas necesitas?
Para responder a esta pregunta, primero nos plantearemos las siguientes cuestiones:
¿Para niños o para adultos?
Como veremos, no es lo mismo si la casita de muñecas va a ser una pieza de coleccionismo decorada pieza a pieza por una persona adulta, que si va a servir para el juego y diversión de los niños.
¿Qué tamaño es el mejor?
Casas en miniatura las hay de diferentes tamaños, algo que también va en función del tipo de usuario. Una niña, por ejemplo, necesitará una adecuada a su tamaño y que le sea cómoda para interactuar. Por otro lado, un tamaño de casa gigante requerirá un espacio suficiente donde colocarla, algo a tener en cuenta.
¿De madera o de plástico?
Este asunto dependerá del gusto personal, pero también de a quién va dirigida la casita. Las casas de muñecas infantiles de marcas como Playmobil o Barbie son realizadas en plástico de buena calidad. Por su parte, las destinadas al coleccionismo adulto, suelen ser de madera, robustas y sólidas.
Otros aspectos a tener en cuenta
Conviene decidir si queremos una casita de muñecas fija para colocarla en un sitio, o si tenemos que ir moviéndola de lugar. En función de esto, podemos elegir algunas que se pliegan.
También habría que observar cuántos accesorios o muebles contiene y si las muñecas vienen o no incluidas.
Casas para niños versus casas para adultos
Aunque la mayoría de casitas de muñecas suponen un tipo de diversión familiar y para todas las edades, algunas están especialmente diseñadas para un público específico.
Las casitas de muñecas para niños están pensadas para desarrollar habilidades sociales y fomentar la imaginación. En las estancias dispuestas en plantas, como la cocina o el dormitorio, los niños pasarán horas de diversión sin límite.
Es un juguete que además permite ser disfrutado en grupo, por ejemplo con hermanos, primos y amigos, lo que hace que sea una experiencia de juego muy social.
Las casas de muñecas para niños hechas en madera cuentan con bordes redondeados y sin astillas para mayor seguridad.
Las casitas de muñecas pensadas para adultos representan una afición que requiere paciencia y proporciona relajantes horas de entretenimiento. Los numerosos estilos, como el victoriano, permiten ir ampliando el mobiliario y las pequeñas piezas hechas a mano hasta personalizar una pieza única.
El mundo de las casas de muñecas grandes para adultos supone todo un desafío, pues es una de las manualidades preferidas de todos aquellos que gustan del interiorismo y del arte de la decoración, pero en miniatura.