De qué forma Preservar Begonias Tuberosas
Las begonias tuberosas, primordialmente la enorme begonia tuberosa híbrida de doble flor (Begonia × tuberhybrida), de la que la serie Nonstop con sus flores que duran todo el verano, es tal vez la más famosa, y la begonia boliviana (B. boliviensis), con tallos caídos y flores más pequeñas, entran en sopor en invierno, perdiendo sus hojas, tallos y flores, y continúan en este estado a lo largo de múltiples meses.
Es esencial conocer este elemento de su cultivo, puesto que en caso contrario podrías meditar que tu querida begonia se muere cuando semeja mustiarse a fines de otoño y, por lo tanto, tirarla, mas realmente no está a puntito de fallecer, sino más bien solo de entrar en un largo y profundo sueño.
Este ciclo tiene sitio con independencia del tiempo. Aun en los trópicos, las begonias tuberosas continúan inactivas a lo largo de tres ó cuatro meses.
1. Cuando el follaje empieza a fallecer
En tiempos suaves, donde no hay heladas, puedes dejar que tu begonia tuberosa entre en reposo conforme su calendario, en general a fines de octubre o noviembre en el hemisferio norte.
En las zonas frías, deja que las begonias prosigan medrando el mayor tiempo posible, pues mientras que las hojas prosigan verdes, hacen la fotosíntesis y asisten al tubérculo a guardar más energía.
No obstante, cuando las heladas afectan a su follaje, calcula que su temporada de desarrollo ha terminado. Una primera helada no dañará el tubérculo, que está bien amontonado bajo tierra, mas no dejes el tubérculo fuera hasta el momento en que la tierra se congele de manera profunda.
dos. Recolección y preparación del tubérculo

En los tiempos más fríos, una vez que las heladas han dañado el follaje, es el instante de cosechar el tubérculo.
Desentierra toda la planta con su tubérculo.
Sacude la mayoría de la tierra que se adhiere a él y pone la planta sobre una sábana vieja, papel, cartón o en una bandeja en un sitio seco y parcialmente caluroso a fin de que se seque. Esto puede llevar dos o tres semanas.
Cuando el tubérculo esté totalmente seco, los tallos prácticamente se desprenderán por sí mismos y entonces vas a poder poner los tallos secos en el compost.

Cepilla levemente el tubérculo para suprimir los restos de tierra, mas no lo enjuagues: deseas que esté seco. Si queda un tanto de tierra en el tubérculo, no importa.
Si el tubérculo está en una maceta, el tratamiento es considerablemente más fácil. Puedes sencillamente llevar la maceta al interior en un sitio caluroso y seco y parar de regar. Cuando las hojas y los tallos se hayan secado por completo, se desprenderán de forma fácil.
Aun en tiempos suaves, acostumbra a ser preciso desenterrar el tubérculo, o llevar la maceta que lo contiene al interior, y guardarlo en un sitio seco a lo largo del invierno, como en la casa o en un cobertizo, puesto que en caso contrario podría pudrirse por las lluvias invernales.
Solo en los tiempos con inviernos suaves y áridos, en los que no llovizna en invierno, es suficiente con suprimir el follaje y dejar la planta al aire libre. Entonces comenzará a medrar por sí misma en primavera y vas a poder regresar a regarla.
Consejo práctico: Si tienes diferentes variedades de begonias tuberosas, asegúrate de identificar cada tubérculo con una etiqueta al desenterrarlo. Si bien no conozcas su nombre de cultivo, seguramente desearás saber por lo menos su color y forma (erguida, inclinada, etc.) al planear tu jardín de primavera.
tres. Almacenaje invernal
Precisarás un sitio protegido y seco para preservar las begonias a lo largo del invierno. No obstante, contra la creencia popular, el sitio no tiene por qué ser frío.
Las begonias tuberosas son plantas tropicales e, aun en estado de latencia, pueden localizar la temperatura prácticamente nula de ciertas cámaras frigoríficas demasiado baja. Una temperatura de entre cinco y 12°C sería bastante conveniente y, si no tienes un sitio fresco para guardarlas, asimismo puedes sostenerlas a temperatura entorno.
No obstante, como el aire va a ser más caluroso, asimismo va a haber más evaporación y, en consecuencia, cierta deshidratación. Esto quiere decir que deberás hacer un esmero auxiliar y humectarlos en ocasiones a lo largo del invierno. Es suficiente con rociarlas sutilmente con agua cada mes más o menos (ver más abajo).
De forma tradicional, los tubérculos se guardan en la obscuridad, mas realmente no es preciso. Lo van a hacer igualmente bien en una zona alumbrada que en una obscura.

Puedes guardar los tubérculos desnudos en una caja de cartón, colocándolos sobre una capa de turba hortícola, vermiculita o serrín, y cubriéndolos después con exactamente el mismo material, o envolverlos en papel.
Yo pongo las mías en bolsas de papel individuales, deslizo la etiqueta en su interior y después las pongo juntas en una caja. Así, si un insecto o una enfermedad aparece en un tubérculo, no puede extenderse a el resto.
En el caso de los tubérculos guardados en macetas, es suficiente con amontonar las macetas una encima de otra para el invierno.
cuatro. Inspección mensual
Resulta conveniente inspeccionar los tubérculos de begonias una vez al mes. Retira cualquier tubérculo que muestre signos de podredumbre. Si el tubérculo semeja encogerse y secarse, rocíalo sutilmente con agua y volverá a hincharse.
Los tubérculos guardados en macetas no son tan simples de inspeccionar, mas, al estar rodeados de tierra, asimismo están algo más protegidos, por lo que no tienden a secarse en demasía como pueden acontecer en ocasiones los tubérculos desnudos. No obstante, puede ser recomendable olisquear las macetas en pos de algún tubérculo podrido. Entonces va a oler como una patata podrida.
cinco. El despertar de la primavera

Las begonias tuberosas te señalan en blanco y negro en qué momento es el instante de comenzar un nuevo ciclo de desarrollo. Los tubérculos comienzan a aflorar por sí mismos cara el final del invierno, generando pequeños brotes rosados o blancos, si bien no hayan recibido agua a lo largo de cuatro meses.
No obstante, no hay que apurarse a reaccionar frente a la aparición de los brotes: al comienzo comienzan a medrar, entonces se detienen y aguardan a que se den las condiciones convenientes ya antes de proseguir avanzando.
Lo que debes hacer es aguardar unas seis-ocho semanas ya antes de la data de plantación en tu zona ya antes de trasplantar el tubérculo (si se ha guardado desnudo) o sencillamente sacar la maceta y comenzar a regar suavemente nuevamente.
Para asistir a la planta en desarrollo en su camino cara la floración estival, colócala en una zona bien alumbrada de tu casa a una temperatura entorno normal y riégala conforme sea preciso.
En un momento, tu begonia tuberosa va a estar cubierta de hojas y lista para ser plantada en el exterior, justo lo que precisas para iniciar bien la nueva temporada de floración.
