Eguzkilore, La Flor Del Sol De La Mitología Vasca

Es bien sabido que la humanidad esta llena de leyendas, historias que se han ido transmitiendo por cientos y cientos de generaciones hasta nuestros días, aun ciertas de ellas, se prosiguen “practicando”.

Es el caso del Eguzkilore o bien flor del Sol, que hasta el día de hoy, es un símbolo de protección que defiende los hogares de las brujerías, los malos espíritus, la enfermedad, los rayos y tempestades y demás oponentes de la raza humana.

¿Qué es el Eguzkilore y como su significado?


A muchas plantas se les han atribuido propiedades mágicas, y esta es una de ellas. Si has tenido ocasión de visitar el País Vasco (o bien has visto vídeos de sus calles), probablemente te debe haber llamado la atención, colgada en las puertas de las casas, algo que semeja un girasol. Bueno, no es un girasol, se trata del Eguzkilore, cuyo nombre científico es ‘Carlina acanthifolia‘.

Esta ‘Flor del Sol’ va acompañada de una historia de leyenda de la mitología vasca, que hallarás al final de esta nota o bien picha aquí.

Mas, esencialmente.

Es un amuleto que resguarda las casas. Diríase que los espíritus malignos deben contar una a una todas y cada una de las semillas que forman el corazón de esta pluralidad de cardo (flor del sol) ya antes de poder atravesar el umbral de una casa. Mas no tienen tiempo de finalizar ya antes del amanecer. Con la salida del sol, a la que se semeja esta flor, la noche acaba y los espíritus malignos pierden su poder.

Si buscas los poderes protectores de un Eguzkilore, no vale cualquier carlina, ha de ser la acanthifolia. Es muy simple confundir esta pluralidad con otras carlinas, como la acaulis, gummifera o bien la vulgaris.

Puedes ver la ficha completa de la Carlina aquí Flor del Sol ( Carlina acanthifolia )

Mas del mismo modo, te advierto que no puedes caminar arrancándola si te la hallas en el campo:

El cambio climático y el consumo masificado, han llevado a esta especie a tener que ser clasificada como “rara” o bien “flora amenazada”.  La carlina es una planta en riesgo de extinción en estado salvaje, y ahora es una especie protegida. No las recojas si te las hallas a la vera de la carretera, ¡en caso contrario te sancionarán!

Donde puedo lograr un Eguzkilore


Entonces, si no puedo recogerla en su hábitat natural, donde puedo lograrla?  Bueno, existen algunas tiendas expertas en Eguzkilores naturales (que son los que valen).

Un caso es Eguzkilore.online.

Ellos cultivan de forma totalmente natural sus Eguzkilores en su granja en Álava (una de las 3 provincias españolas que componen la comunidad autónoma del País Vasco). Recordemos que la carlina es una planta bienal, por lo que, el tiempo requerido para su florecimiento es de 2 temporadas.

Después de florecer, efectúan apropiadamente el secado de la planta, también de forma natural, y las disponen para la venta en su página web. Francamente, es lo pero natural que hallarás, si ves su página vas a poder ver que todos son diferentes. Esto habla sin dudas de un proceso completamente artesanal y natural.

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La Historia de leyenda del Eguzkilore o bien Flor del Sol


El miedo a la obscuridad acompaña al hombre desde el momento en que apareció en la tierra y muchas historias y relatos retratan este pavor a la ausencia de la luz, como esta historia legendaria relacionada a la flor Eguzkilore.

En los comienzos de los tiempos, existía el hombre mas no había ninguna luz, pues no estaban hechos ni la luna ni el sol y la obscuridad dominaba el planeta.

En este panorama sin claridad ni fuente de luz, los hombres merodeaban por la tierra con un miedo permanente a todas y cada una de las cosas que surgían de la tierra y que han poblado todas y cada una de las fábulas de terror desde entonces: Diablos, animales de fuego, jamelgos que volaban, dragones enormes lanzando sus llamas, todo género de duendes oscuros, brujas y seres que no eran de este planeta.

Con ello, las cavernas eran el único cobijo en donde los hombres se sentían ligerísimamente a resguardo de semejantes horrores y cansados por último de vivir en el temor, decidieron asistir a Amalur, la madre tierra, para solicitar su ayuda y una solución a su triste situación.

La historia de leyenda cuenta que Amalur atendió sus súplicas y creó para ellos un factor de luz, un cuerpo celeste que puso en los cielos y al que llamó Ilargi, que es la luna que el día de hoy todos conocemos y admiramos.

Con la luna creada, las dantescas figuras recularon, asustadas por esa enclenque mas nueva luz ignota que los dejaba ver.
Los hombres asimismo se amedrentaron como las criaturas, puesto que tampoco conocían la luz y continuaron aún en la seguridad de sus cavernas, hasta el momento en que poquito a poco, apreciando que los seres terroríficos ya no aparecían, se animaron a salir, celebrando esta libertad de la que ahora disfrutaban.

Pero, las criaturas no tardaron en habituarse a la nueva situación, dejaron de temer a la luz de Ilargi, que era inofensiva para ellos y de nuevo salieron a la superficie a atestar de terror a los humanos.

Dada esta solución tan poco eficaz, los hombres agradecieron a la madre tierra la ayuda ofrecida,  mas pidieron de nuevo a Amalur un factor con más poder para sostener a raya a las criaturas.

Entonces Amalur creo un ser de luz lumínico como absolutamente nadie había visto nunca, al que llamó Eguzki y que todos reconocemos el día de hoy día tras día como el sol que nos alumbra y da vida.

Así, el día fue creado y asimismo la noche, ahora podían distinguirse frente a lo que ya antes era una uniforme obscuridad.

Se habituaron inmediatamente los hombres a su calor, a su luz brillante y comprendieron asimismo que la vida toda germinaba con su presencia, y lo que era más esencial, distanciaba a los terroríficos seres oscuros, que nunca pudieron aguantar semejante claridad y solo pudieron hacer sus incursiones de acoso de noche, cuando la luz de Ilargi no les afectaba.

De esta manera, los hombres campaban felices por la tierra a lo largo del día, y por las noches se refugiaban otra vez en sus cavernas. El inconveniente estaba solucionado solo en parte.
Desearon los hombres aún una solución, y de nuevo solicitaron a Amalur una contestación a fin de que sus noches asimismo estuviesen libres del horror que proseguía ni bien el sol desaparecía.

Amalur entonces creo una flor llena de belleza, tan semejante a Eguzki, que los oscuros seres escapaban al verla, pues pensaban que era el propio sol al que tanto evitaban.
Amalur llamó Eguzkilore (eguzki=sol, lore=flor) a esta flor y se las entregó a los hombres quienes estuvieron protegidos por la flor del sol desde ese momento.

La historia legendaria se ha mantenido hasta nuestros días, y Eguzkilore prosigue siendo una flor protectora que es usual ver en las puertas de los hogares, defendiendo a sus habitantes contra las criaturas de la noche, los diablos y brujas, los espíritus perjudiciales que deambulan, las enfermedades, los desastres naturales y todas y cada una aquellas cosas que dañan a los humanos.

La flor del sol resguarda contra todos y cada uno de los males de este planeta y es por este motivo que aún el día de hoy esta flor se busca y se cuelga de las puertas cuando está seca.

Asimismo otras leyendas rodean a la flor Eguzkilore, las que narran que la flor puesta en la puerta les hace opinar a las oscuras criaturas que es el propio sol asomando al amanecer, lo que es una señal de retirada. La otra historia que se sostiene como historia legendaria es que ninguna hechicera puede ingresar a un hogar hasta el momento en que no hay contado todas y cada una de las semillas de la flor, mas son tantas que nunca consiguen hacerlo ya antes de la salida del sol, instante en que deben retirarse a sus oscuros mundos subterráneos.

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