En momentos en los que la situación económica de los hogares no es la mejor, la necesidad de hacer frente a grandes gastos inesperados, como podrían ser el arreglo del coche, una reparación urgente de la casa o las facturas de los servicios que llegan con aumentos, podría impactar seriamente en la estabilidad de las finanzas personales. Pese a que recurrir a ahorros es sin duda alguna la mejor forma de cubrir este tipo de pagos extraordinarios, la capacidad de ahorro de muchas familias ha sido duramente golpeada por la crisis.
En estos casos, optar por una fuente de financiación externa podría ser una solución adecuada para sobrellevar un momento difícil. Actualmente, obtener un préstamo rápido es muy fácil y puede hacerse desde internet con solo proporcionar algunos datos personales. Sin embargo, ¿es realmente conveniente pedir un crédito para solventar gastos urgentes?
Ventajas: acceso inmediato y promociones
El principal motivo por el cual las personas recurren a los préstamos rápidos es porque permiten disponer casi inmediatamente del dinero solicitado. Mientras que los créditos tradicionales demandan un largo proceso burocrático y papeleo, los préstamos rápidos, una vez que han sido aprobados, se depositan en la cuenta del cliente tras algunos minutos o unas pocas horas. Esta característica los convierte en un instrumento ideal cuando se necesita una fuente de dinero para pagar gastos inesperados en un tiempo muy limitado.
De la misma manera, el hecho de que estos créditos se tramiten a través de internet es otro de los elementos que hacen que los consumidores los elijan cada vez más frente a otras alternativas. Eliminar los interminables pasos que implica pedir un préstamo, tanto a nivel de evaluación de crédito como con respecto a la presentación de decenas de documentos, facilita enormemente el acceso a la financiación en circunstancias en las que el tiempo lo es todo.
Desventajas: altos costes de financiación
No obstante, los préstamos rápidos tienen además una larga serie de desventajas que es importante conocer en profundidad antes de recurrir a ellos. La más significativa tiene que ver con las altas tasas de interés y las comisiones que cobran las entidades a sus clientes potenciales. Como consecuencia, el coste financiero total de un crédito puede exceder por mucho el importe de dinero necesario para hacer frente a los pagos o deudas del solicitante, salvo que se trate de una oferta especial a tasa cero, como ocurre eventualmente para nuevos clientes.
Otra problemática habitual es que quienes están registrados en ASNEF o cuentan con otros antecedentes de mora suelen quedar excluidos y no pueden pedir este tipo de préstamos. Algunas entidades financieras hacen excepciones, pero introducen un recargo adicional a nivel de tasa de interés y cargos extra que pueden implicar más problemas que soluciones para una familia con una situación económica muy delicada.
¿Cómo pedir un préstamo rápido online?
Cuando finalmente se toma la decisión de solicitar un préstamo rápido online, es esencial encontrar la oferta más favorable para hacerlo. En este sentido, los dos factores principales que pueden marcar la diferencia en cuanto al coste del crédito son: la tasa de interés y las comisiones.
El punto de partida más sencillo es recurrir a un comparador de préstamos rápidos online. Por medio de esta herramienta se pueden conocer las ofertas más convenientes del mercado y, especialmente, identificar qué entidades aceptan clientes con ASNEF a la menor tasa o bonifican el coste financiero para el primer préstamo.
Una vez que se halla el préstamo rápido con la mejor financiación, desde la web de la compañía financiera correspondiente es posible pedir el dinero de forma inmediata. Tras indicar el importe deseado y el plazo de devolución, un simulador calcula el valor de los pagos mensuales, lo que es útil para conocer cuánto se deberá pagar cada mes. El formulario de contratación se completa en pocos minutos proveyendo algunos datos personales y bancarios, además de un documento de identidad.
Los préstamos rápidos son un instrumento interesante para lograr cubrir gastos de emergencia. Conocer los riesgos que implica endeudarse y emplearlos responsablemente como solución de último recurso es el modo adecuado de evitar caer en una situación financiera insostenible.