La nueva Ley de cambio climático establece que, a partir del 1 de enero de 2023, los municipios que cuenten con más de 50 000 habitantes censados tendrán que tener operativa una zona de bajas emisiones (ZBE).
Con el objetivo de cumplir esta ley, el ayuntamiento zaragozano ha procedido a establecer una ZBE a la que los vehículos más contaminantes no podrán acceder.
La nueva ZBE afecta a varias decenas de calles y, de momento, no se impondrán sanciones, pero es previsible que en breve se establezca una ordenanza reguladora que incluya la imposición de las correspondientes multas a los vehículos infractores.
Ante esta tesitura, la única solución para un porcentaje de repartidores de paquetería y pequeños transportistas pasa por la compra o el alquiler de furgonetas sostenibles en Zaragoza, gracias a que las empresas de alquiler de furgonetas son más conscientes de este cambio y han incorporado en sus flotas furgonetas que se adaptan a estas necesidades.
Calles incluidas en la Zona de Bajas Emisiones de Zaragoza capital
Desde el día 1 de enero, los vehículos más contaminantes no podrán acceder a ninguna de las calles incluidas en el área delimitada por el paseo de Echegaray y Caballero y las calles de Mayoral, Conde de Aranda, Coso y San Vicente de Paúl.
El área de la nueva ZBE comprende, por tanto, la totalidad del casco histórico de la capital zaragozana y algunas calles adyacentes.
¿Qué vehículos pueden acceder y estacionar en la ZBE de Zaragoza?
Estos son los vehículos que pueden acceder a la nueva ZBE, según su etiqueta medioambiental:
- Los vehículos con etiqueta ambiental Cero, que además podrán aparcar sin pagar en las zonas azules.
- Los vehículos con etiquetas ambientales Eco y C, que podrán usar las zonas azules pagando la tarifa establecida en las ordenanzas municipales.
- Los vehículos con etiqueta ambiental B, que podrán estacionar en la ZBE, pero con un recargo del 20 % sobre la tarifa oficial de estacionamiento en zonas reguladas.
Por su parte, los vehículos sin etiqueta ambiental no pueden circular por ninguna de las calles de la ZBE de Zaragoza.
El dilema de repartidores y transportistas
La previsión es que las restricciones de acceso y estacionamiento se endurezcan en un futuro no muy lejano. Por lo tanto, son muchos los repartidores y transportistas que se verán imposibilitados para desarrollar su trabajo si no sustituyen las furgonetas que actualmente utilizan. Para hacerlo, existen dos alternativas.
1. Adquisición de una furgoneta nueva
Evidentemente, una furgoneta nueva aporta las siguientes seguridades:
- Mínima posibilidad de que se presenten averías, si se cumple con el programa de mantenimiento recomendado por el fabricante.
- La garantía de que cualquier defecto de fabricación será subsanado sin coste para el propietario, incluyendo una furgoneta de sustitución durante el periodo de intervención mecánica.
Por el contrario, la adquisición de una furgoneta nueva conlleva:
- El desembolso de una considerable suma de dinero en el momento de la adquisición, incluso si se opta por financiar el furgón.
- Afrontar los costes financieros derivados de la amortización de préstamos y de la fuerte depreciación del vehículo en los primeros años.
2. El alquiler también es una opción factible
Si se opta por el alquiler, los beneficios son:
- La fiabilidad mecánica, puesto que las furgonetas de alquiler son revisadas con una alta frecuencia y minuciosidad, sin costes añadidos de mantenimiento ni de reparación de averías.
- La posibilidad de cambiar de modelo de furgoneta según las necesidades específicas de cada momento o época del año.
- La flexibilidad en los tiempos de contratación.
Sin embargo, no todo son ventajas. Quien se decante por el alquiler de furgonetas sostenibles ha de tener en cuenta que no podrá personalizarlas con logotipos o reformarlas, y tampoco podrá circular fuera de España con ellas sin la autorización expresa de la empresa propietaria.
Una vez que conocemos las opciones disponibles, la elección queda a cargo de cada persona o empresa, dependiendo de las necesidades de cada uno.