Impermeabilizar piscinas, ¿cuál es la mejor solución?

El agua tiende a escaparse por cualquier pequeña rendija que encuentre y esto es un problema en las piscinas, puesto que poco a poco se pierde el agua y hay que estar rellenándolas de manera constante.

En Recubrimientos Dekker nos ofrecen varias soluciones, las cuales podemos escoger dependiendo del presupuesto y del tipo de piscina que tengamos, pues es raro encontrar dos iguales.

Impermeabilización acrílica

Es la forma de impermeabilizar que más se usa porque se coloca de una manera muy sencilla, ya que es como pintar la superficie a impermeabilizar con un rodillo, máquina o incluso con brocha.

Por sus cualidades es flexible y elástica, lo que viene muy bien en los vasos de las piscinas que están sometidas a cambios de temperaturas y a veces a movimientos al estar enterradas, así que este tipo de tratamiento no se agrieta.

Además, es transitable, puesto que en las cubiertas se puede pisar de vez en cuando, pero en una piscina al estar la barrera del agua podemos caminar encima siempre que queramos, lo que posibilita no cubrir este tratamiento, bajando así mucho la factura.

Impermeabilización específica para piscinas

Aquí existen varias recetas, todas adaptándose a las formas de la piscina, que a veces pueden ser un tanto extravagantes, con muchas curvas que no son fáciles de tapar escapándose entonces el agua.

Recubrimientos Dekker tiene varios tipos que crean una película continua, y que se pueden dejar a la vista o debajo del gresite, según el presupuesto y el tiempo del que disponga el cliente a la hora de terminar la obra.

Aunque el recubrimiento acrílico va muy bien, lo cierto es que siempre funcionará mejor un material destinado a las piscinas, pese sea más caro.

Mortero cementoso

Esta es otra opción que quizá es la mejor en el caso de los vasos de obra en los que se ha empleado el hormigón, que son la mayoría.

Si bien el acrílico puede funcionar en piscinas de poliéster y materiales similares, en las de hormigón este mortero es el mejor, puesto que además de evitar que se salga el agua, protege la estructura de la piscina.

Así, en el caso de que nuestra piscina tenga ya algún tiempo, pierda algo de agua y notemos que la estructura padece varios problemas, no hay dudas de que este cemento es la mejor opción que vamos a encontrar.

Membrana de PVC

De entre todas las maneras de evitar que el agua se escape de la piscina, quizá esta es la más sencilla, pues no es más que una lámina flexible de un grosor elevado gracias al cual el agua ya no se saldrá más.

Su aplicación es bastante sencilla, puesto que solo hay que limpiar bien el interior de la piscina e ir poniendo las láminas mediante un pegamento especial, que consigue que este plástico se pegue a cualquier superficie por rugosa o sinuosa que sea.

No se tarda más de unas horas en aplicarse, por lo que si tenemos prisa por bañarnos y no queremos esperar no encontraremos nada mejor.