Todos los inmuebles tienen sus ventajas, desventajas y particularidades. Cuando se trata de hacer instalaciones de sistemas de climatización, cada uno de ellos tendrá sus requerimientos y modos de proceder. El caso de los edificios pudiera ser uno de los más interesantes.
De antemano, lo ideal siempre será partir desde la contratación de una empresa cualificada para la instalación de todos los sistemas, y de ser posible, una empresa cualificada que pueda aparte brindar asesoría para la adquisición de los productos adecuados.
Teniendo en cuenta que la adquisición de productos de climatización pudiera ser una de las inversiones más grandes que se realicen en un edificio, sea para uso de viviendas o sea propiedad de una empresa, rentabilizar de la mejor manera el dinero debe ser siempre una prioridad.
Sistemas pensados para durar
Hay muchas alternativas cuando se trata de climatizar edificios. Muchas personas sin duda surgirán con la utilización de splits y multisplits, abarcando todo el espacio disponible con las unidades que sean necesarias.
Aunque sea una solución sencilla de esquematizar, es una de las más costosas tanto en la inversión a realizar como en el gasto energético, ni qué decir en términos de mantenimiento.
Por eso, lo mejor es apostar por un sistema basado en conductos. Y, además, pensar en un sistema que esté diseñado para durar muchos años con la mínima inversión posible.
Para ello, comprar ducto de aire acondicionado de lámina galvanizada capa G60, que es la más durable para este tipo de instalaciones; comprar una unidad central o las que hagan falta para climatizar todo, de la más alta eficiencia energética y de los modelos más recientes; y apostar por un sistema de rejillas difusoras que puedan regularse con termostatos, puede garantizar la climatización de los espacios durante muchas décadas.
Pedir asesoría profesional antes de tomar decisiones financieras
Poco importa si se ha encontrado una oferta interesante para climatizar el edificio, lo ideal es que los sistemas encajen a la perfección en las necesidades del inmueble.
Si bien se estima que la potencia de enfriamiento debería ser igual a unos 100 W por metro cuadrado de propiedad, esto dependerá también del aislamiento térmico del edificio, de la orientación al sol, de la temperatura promedio en el ambiente y de la altura de los techos, por lo que cada caso al final dependerá de la correcta asesoría de profesionales.
Será tras esta asesoría cuando se pueda invertir en equipos que realmente cumplan con las necesidades, evitando gastar de más o tirar el dinero en equipos que luego no aporten un confort tangible.
Apostar a la eficiencia de acuerdo al tiempo de uso
Por lo general, los edificios con uso residencial tendrán una necesidad de climatización más sostenida en el tiempo que los edificios pensados para un uso corporativo o laboral, que suelen estar más asociados a picos de consumo durante las jornadas laborales diurnas.
En todo caso, lo ideal sería invertir en un sistema de climatización que apueste antes por la eficiencia y el rendimiento:
- La clase energética más alta es fundamental, y aunque sea una inversión de un 40% mayor en promedio, el ahorro energético será siempre superior al 60%.
- Utilizar equipos con refrigerante ecológico, que son más fáciles de reciclar, más baratos de mantener y están más asociados a una seguridad e integridad de los inmuebles más alta, por lo que rara vez ocasionan accidentes. De la misma manera, la utilización de este tipo de refrigerantes es un punto positivo para la eficiencia energética de los aparatos.
Apostar por equipos de corte Smart, ya que los equipos inteligentes serán ideales para gestionar mejor la temperatura ideal de cada uno de los espacios. Así, con temporizadores, programación, modos ecológicos, filtros de alta tecnología y hasta comandos a través del móvil, serán mucho mejores de gestionar, de mantener pero también mucho más ahorrativos a largo plazo, lo que para las empresas puede llegar a ser precisamente lo buscado.