Uno de los alimentos más ricos, sabrosos y valorados de nuestro país es el jamón ibérico. Y no es para menos, ya que además de su sabor inconfundible, tiene muchos nutrientes como vitaminas, ácido fólico, proteínas y minerales. Sin embargo, normalmente no consumimos tanto este producto porque lo vinculamos a días especiales y festividades, pero, ¿y si lo pudiésemos incorporar en nuestro día a día? A continuación, os traemos varias ideas, además de una receta con jamón ibérico El Pozo que repetiréis sin duda alguna.
¿Qué platos combinan bien con este alimento?
Hay muchas maneras de combinar este alimento. Una de las más fáciles es incorporarlo a las tortillas bien sea a la francesa para darle un sabor intenso y delicioso o añadirlo a la tortilla de patata con un poco de queso.
Otra receta riquísima con este ingrediente es el bocadillo untado en aceite de oliva con unos buenos pimientos verdes, queso Idiazábal y jamón ibérico. También se puede añadir a platos de cocido como los garbanzos o alubias.
Calabacín rebozado con jamón ibérico y queso
El calabacín es un ingrediente muy versátil, por lo que muchos alimentos combinan muy bien con este. En este caso, el jamón ibérico le va a dar ese sabor intenso y característico que tiene. Esta receta está planteada como un aperitivo o complemento a algún otro plato.
Ingredientes para dos personas
- 1 calabacín grande.
- 100 gramos de jamón ibérico El Pozo.
- Unas 4 o 5 lonchas de queso, aproximadamente 100 gramos.
- 1 o 2 huevos.
- Harina para rebozar.
- Sal si se desea añadir.
- Aceite abundante para freír.
Preparación de los rollitos
- Lo primero de todo es cortar el calabacín en rodajas de más o menos 1 centímetro de grosor. Puedes hacer el corte tanto vertical como horizontal, según como prefieras el resultado final.
- Corta el jamón y el queso de la misma manera en la que cortaste el calabacín, pero en trozos un poco más pequeños.
- Forma sándwiches con dos trozos de calabacín y en medio de ellos una rodaja de queso y otra de jamón. Para que se mantenga todo en su sitio, puedes ayudarte de un palito. Aquí, puedes añadir la sal si lo deseas.
- Reboza los bocaditos en la harina y después en el huevo previamente batido. Para ello, te puedes ayudar de un tenedor o de unas pinzas para que no se desarme todo.
- Fríe los calabacines en aceite bastante caliente. Ten cuidado a la hora de meterlos en la sartén para que no se te deshaga el bocadito. Añádelos desde poca altura. Un consejo muy bueno es freír este tipo de sándwich en una olla pequeña en vez de una sartén, ya que gastarás menos aceite y este cubrirá todo el bocadito.
Después solo tendrás que servirlos y a comer. Puedes hacerlos como un aperitivo para un cóctel a media tarde, para un brunch, para picar con los amigos o incluso como complemento de una comida o cena. Es un plato versátil, sencillo y sabroso, tanto que lo harás en cada ocasión que puedas.