El final de un matrimonio puede ser un momento realmente traumático para quienes lo viven. Es una despedida de muchos años de cariño, amor mutuo y proyectos en común. No obstante, si la situación no da para más y el bienestar emocional de la pareja se ha puesto en entredicho, es esencial tomar la decisión adecuada: el divorcio. Los datos corroboran lo que muchos todavía no se atreven a reconocer. Aquello de “juntos para siempre” es más algo propio de los cuentos que de la vida real. Por consiguiente, nuestro consejo es que te tomes las cosas con calma, que no dejes que los rencores y el drama salgan a la luz y que sigas los pasos adecuados para que no haya complicaciones de índole económica en el proceso.
La comunicación como punto de partida
Antes de hablar de temas como el convenio regulador y la contratación de los mejores abogados matrimonialistas Madrid, queremos irnos al mismo momento de plantear el divorcio. Esta decisión nunca se debe tomar en caliente, sino que debe ser el resultado de un largo tiempo de reflexión. Es un efecto derivado de tratar salvar la relación y no poder: nunca de un enfado puntual.
Una vez tengas claros los argumentos que te han llevado a querer separarte de tu pareja, inicia una conversación abierta, natural y fluida. Asegúrate de que te escucha y escucha tú a la otra persona. Cuando las evidencias no dan pie a equivocación, es imposible que tu marido o mujer no vea que efectivamente es la decisión adecuada.
Si cumples con todo esto, lo más probable es que podáis seguir lo que se conoce como divorcio de mutuo acuerdo. Una vía en la que ambas partes están conformes con la separación y que se puede resolver en un margen de tres meses por un coste muy asequible. El fin de un matrimonio es algo natural, pero mantener el respeto y el cariño en este proceso es más complicado de lo que parece. Por eso, si quieres evitar el divorcio contencioso, te tocará hacer un esfuerzo por dejar de lado todo el resentimiento generado hasta la fecha.
Solicita los documentos para el divorcio de mutuo acuerdo
La principal ventaja de un divorcio de mutuo acuerdo es que no es necesario pasar por los tribunales. Es decir, todo se resume en la obtención de un convenio regulador y su consecuente firma, donde se estipulan todas las pautas a seguir desde el final de la pareja. De hecho, existe hasta el convenio regulador sin matrimonio; fundamental si hay hijos de por medio.
En ambos casos, es importante que esté redactado por un experto en materia legal. Momento en el que entran en juego los abogados de familia, quienes van a estipular todos los acuerdos alcanzados por la mediación entre ambas partes y otorgarle validez jurídica.
Aspectos como las pensiones de alimentos, la liquidación de gananciales o las responsabilidades con los hijos son algunos de los aspectos más destacados. Razón por la que toca delegar en un buen abogado y así evitar conflictos en el proceso. De lo contrario, el riesgo de perder los papeles y tener que ir por la vía contenciosa estará siempre sobre la mesa.
Encuentra al mejor abogado del sector
Ahora bien, ¿cómo se puede contratar al mejor abogado? ¿Es siempre el que más cobra? Nada más lejos de la realidad. Los divorcios de mutuo acuerdo son trámites relativamente sencillos, al menos en el marco jurídico. Por lo que hay muchos especialistas en este ámbito que no abusan de la necesidad de sus clientes y ofrecen tarifas muy económicas.
En consecuencia, nuestra recomendación es que no pongas tanto el foco en el precio, sino en su trayectoria profesional. La experiencia es lo que curte a un buen abogado, sobre todo en estos casos en los que su gestión con las emociones de quienes contratan sus servicios es fundamental.Gracias a ciertos portales online, ahora puedes averiguar de antemano todos estos aspectos y así tener todas las garantías pertinentes de cara a la contratación. Un proceso de análisis que te permitirá poner fin a tu matrimonio sin mirar atrás y así empezar de cero tu nueva vida.