Sabemos que debemos alimentarnos de una manera saludable, pero para eso hay que tener tiempo, que es de lo que menos disponemos en nuestro día a día por las jornadas de trabajo maratonianas y los desplazamientos.
Los guisos de toda la vida son los más sanos, pero llevan horas de elaboración que no tenemos y es aquí donde entran las ollas programables, unos accesorios para la cocina que cambiarán nuestra manera de alimentarnos.
Cocinan sin que nosotros estemos presentes
Su gran ventaja es que hacen la comida cuando estamos fuera y de forma segura, pues traen varios sistemas de seguridad que impiden que haya sobrecalentamiento, que los alimentos se peguen, etc.
Un ejemplo de su uso podrían ser unas lentejas, que podemos poner dentro por la noche. Dependiendo de cómo las queramos, solo hay que meter los ingredientes o dejar el sofrito hecho.
Así, si el guiso tarda dos horas y las necesitamos listas nada más llegar a casa, por la noche dejamos todo preparado, programando la olla con la hora de inicio y final, de manera que al llegar a casa únicamente hay que abrir la tapa y comer.
Tienen varias formas de cocinar
Este tipo de ollas suelen venir con varios modos de cocinar, por lo que pueden funcionar a modo de una cazuela normal, como una olla a presión, de vaporera, e incluso hay quien las usa para asar pequeñas piezas de carne o hacer postres.
También suelen tener una función de horno, así que es posible hornear alimentos de pequeño tamaño sin necesidad de encender este electrodoméstico, lo cual gasta mucha luz.
Pueden calentar la comida
Otra de sus funciones, y que es muy útil, es que pueden calentar la comida a la hora que le digamos, de manera que ese guiso de hace un par de días estará listo al abrir la puerta después de llegar del trabajo.
Traen programas predefinidos
A la hora de cocinar hay que poseer una serie de conocimientos sobre temperaturas, tiempos de cocción, etc., que no todos tenemos, de manera que este tipo de ollas ayudan mucho con sus programas predefinidos.
Con solo dar a un botón vamos a poder guisar legumbres, asar pollos, hacer arroces o incluso algunos postres como los yogures.
Al principio nos tendremos que adaptar a la olla
La olla nos facilita mucho cocinar sin esfuerzo, pero en los primeros días pasaremos un periodo de adaptación, en especial cuando los tiempos son prolongados, como ocurre con las legumbres.
En este caso, en la cocción influye mucho el agua (siempre es mejor usar mineral) e incluso la clase de lenteja, garbanzo o judía, de forma que una vez que hemos conseguido que queden perfectas conviene comprar siempre las de esa marca concreta.
No es un robot de cocina
A pesar de que parece obvio, se trata de una olla para cocinar y aunque algunas lleguen a venir con báscula, no vamos a poder procesar alimentos, es decir, que no se puede cortar, montar mayonesas, triturar, etc., sino que esto lo deberemos hacer nosotros aparte.