Llega el verano y el trabajo se duplica en el sector de la hostelería. Los trabajadores deben seguir vistiendo su ropa de trabajo que favorezca una buena imagen del negocio, pero esta debe adaptarse a la climatología de la estación del año más calurosa (en la mayoría de las comunidades de España). ¿Cómo acertar con turopalaboral del verano? Vamos a ver algunos consejos.
Ropa ligera y transpirable
En época estival la clave está en optar por ropa ligera y transpirable, que permita una correcta sudoración (y no genere las antiestéticas manchas de sudor características de estas fechas) y no aporte calor extra a los trabajadores. Entre las altas temperaturas propias de estos meses y el ajetreo habitual propio del sector, los trabajadores agradecerán una ropa que no les genere un calor excesivo. Para ello se puede optar por tejidos técnicos, tejidos naturales de algodón o lino, etc.
Las prendas más adecuadas
Si buscamos elegancia y resistencia sin que sea demasiado caro, la mejor opción es optar por prendas básicas de tejidos naturales. Una solución sencilla es una camiseta o camisa de color blanco con bermudas de color claro. Las blusas son también otra de las grandes triunfadoras entre la ropa laboral de hostelería en verano. Otra opción que combina muy bien son los chalecos. Permiten tener una prenda muy resistente sobre un vestuario propio o genérico sin dedicar demasiado presupuesto.
De lavado fácil
Para la ropa laboral una de las características principales es la resistencia y facilidad de lavado. Las manchas de comida, los olores que se impregnan en la ropa, las manchas de sudor… son algo habitual en el día a día de la hostelería y es necesario que se laven y limpien rápido. Los tejidos ligeros y naturales y los tejidos técnicos facilitan mucho este proceso de lavado, sin perder ligereza, transpirabilidad ni estética.
Dentro de la imagen corporativa
Escoger un uniforme laboral para hostelería en verano no debe estar reñido con el diseño corporativo de la empresa. Las opciones son múltiples tanto para mujeres como para hombres, la clave está, dentro de la paleta corporativa, optar por colores claros, o colores pastel y evitar a toda costa los negros. Si la paleta corporativa trabaja con tonos oscuros, hay que buscar una buena combinación entre las prendas.
¿Y el calzado?
Hablamos de camisas, bermudas…, pero no debemos olvidar el calzado. Los pies también sudan y sufren a lo largo de la jornada laboral. Es necesario dotar a los trabajadores de un calzado cómodo, transpirable y adecuado. En el caso del verano, dependiendo del estilo y localización del negocio, se puede optar por sandalias cómodas, deportivas transpirables, o incluso unas alpargatas planas.
Como vemos, no es necesario prendas muy complejas, ni una gran inversión para transformar el vestuario corporativo de hostelería durante el verano. Pero sí es necesario tener un uniforme específico para esta época del año que contribuya a la comodidad de los trabajadores. Algo que se traduce siempre, en última instancia, en un buen servicio final al cliente.