El té verde: una bebida antigua para una vida moderna

Sin duda alguna, uno de los tipos de té más conocidos y consumidos en todo el mundo es el té verde, no solo por su gran sabor, sino porque todas sus variedades tienen distintos beneficios para la salud y una rica e interesante historia detrás.

Al hablar de té, lo más probable es que se nos venga a la mente el té verde, pues es de los tipos de té más comunes a nivel mundial. Y es que, más allá de su buen sabor, desde hace miles de años se viene usando con distintos fines medicinales.

Posee propiedades antienvejecimiento, antioxidantes y regenerativas, lo que convierte al té verde en una de las infusiones más beneficiosas para el cuerpo humano.

Origen del té verde

El origen del té verde es casi tan fascinante como su sabor. Este té nace de la camellia sinensis, una planta proveniente del sur de China y del sudeste asiático. Para la preparación, se recogen las hojas frescas de esta planta, luego se prensan, se enrollan y trituran para finalmente ser secadas.

El origen del té verde se atribuye a China, más específicamente en la región de Yunnan que ha sido considerada como la casa de la camellia sinensis desde hace miles de años.

Una leyenda cuenta que en el año 2737 A.C. un emperador chino estaba en su jardín con una taza de agua caliente cuando unas hojas de esta planta cayeron en el agua. El emperador se sorprendió tanto por el delicioso aroma que decidió probarlo, popularizando así esta bebida.

En la antigua China el té verde solía ser una bebida costosa y no fue hasta la caída del imperio mongol que la bebida se extendió hasta la gente de los pueblos.

Hoy en día el té verde se ha convertido en una bebida bastante común y popular tanto en Asia como en Occidente. Tanto así, que la palabra china para té se refiere principalmente a la bebida derivada de la camellia sinensis y se ha convertido en una parte importante de la cultura de este país.

Variedades del té verde

En la actualidad existe una gran cantidad de variedades del té verde, las cuales se preparan de diferentes maneras y poseen distintas características en su sabor y consistencia, por lo que la decisión de tomar una u otra queda a criterio de cada persona.

Uno de los más conocidos es el té verde sencha. Este es uno de los tés más consumidos en Japón y se ha extendido al resto del mundo. Se caracteriza por tener un sabor suave y frutal. Su cosecha se realiza durante la primavera y las hojas se someten a un proceso de vaporización para detener la oxidación.

El té verde matcha, también de Japón, se produce moliendo las hojas en un polvo muy fino. Es muy importante que el proceso de molido se lleve con el mayor cuidado posible, ya que de realizarse mal podría alterar la pureza. Una característica de este es que al consumir la infusión también se consume el polvo, lo que lo convierte en una fuente bastante concentrada de antioxidantes.

Otra variedad del té verde, esta vez proveniente de China, es el longjing. También conocido como Pozo del Dragón, esta variante del té verde es una de las más consumidas en ese país por su delicioso sabor dulce con un toque a nuez. Este té proviene de la región de Hangzhou, donde se cultivan las hojas para posteriormente ser tostadas en sartenes.

En China también hay otro tipo de té verde muy conocido, el gunpowder. Durante el proceso de secado de las hojas, estas se enrollan en forma de bolitas, dándoles forma de bala y la capacidad de “explotar” al hacer contacto con el agua, concediéndole así su nombre.

Si quieres disfrutar de un buen té, tienes que probar alguna de estas interesantes variedades y disfrutar de su delicioso sabor y de sus extraordinarias propiedades para la salud.