El trasplante capilar es un proceso o tratamiento en el cual el cirujano toma pelo sano de una porción del cuerpo con alta densidad capilar a una zona con baja densidad capilar. Se la suele practicar a las personas con alopecia o calvicie en determinado grado o porciones de la cabeza.
Las técnicas FUE, FUSS y DHI son los procedimientos de trasplante capilar más usados. Mientras que el método DHI es de implantación directa, el procedimiento FUE solo requiere pequeñas incisiones de menos de 1 mm de diámetro. Ambos tienen un éxito notable a la hora de hacer crecer de nuevo el cabello. El FUSS se hace mediante tiras de cuero cabelludo.
Riesgos del trasplante capilar
Toda intervención quirúrgica conlleva un cierto grado de peligro potencial. Pero como la cirugía de restauración capilar no suele tener efectos adversos importantes, no hay de qué preocuparse, siempre y cuando se atienda a todas las indicaciones del especialista.
Durante la visita inicial, el médico y el paciente repasarán todos los riesgos posibles asociados a la cirugía. El sangrado, infección, pérdida de sensibilidad, la hinchazón, picor y la muerte de los trasplantes capilares son algunos de los posibles efectos secundarios del trasplante capilar.
No se experimenta ninguno de estos posibles peligros si se siguen los consejos del médico durante y después de la cirugía y se acude a una buena y reconocida clinica capilar. Por ejemplo, fumar podría tener un impacto negativo en la eficacia del tratamiento y en la calidad de los cuidados posteriores. No tendrá que preocuparse si sigue los consejos del médico encargado.
¿Es efectivo el trasplante capilar?
Varios meses después del tratamiento, el resultado típico de los trasplantes capilares es un buen crecimiento del cabello. Por lo general, se hacen necesarias varias sesiones de terapia en función de hallar los resultados más óptimos.
Casi siempre, los cabellos sustituidos son permanentes. El proceso típico de trasplante dura 25 años. Aunque es imposible generalizar estas cifras en todas las situaciones. Un tratamiento con métodos quirúrgicos capilares de vanguardia garantiza el crecimiento de los folículos pilosos durante al menos 20 años.
¿Dónde se puede injertar cabello en un trasplante capilar?
Los trasplantes de pelo se realizan habitualmente en la cabeza. Sin embargo, actualmente se están efectuando muchos trasplantes de vello facial.
El trasplante de barba se está convirtiendo en una tendencia de moda. A muchos hombres les cuesta desarrollar una barba grande de forma natural y algunos se sienten menos masculinos por ello. En una buena clínica puedes conseguir la barba completa que siempre has deseado mediante un trasplante de pelo de barba.
La restauración del pelo de las cejas es otra cirugía que se está volviendo más y más popular. Muchas mujeres carecen de cejas llenas y tapadas por naturaleza, y otras han dejado de desarrollar sus cejas como resultado de la depilación excesiva o la depilación láser.
Las cejas finas y desiguales suelen estar causadas por la herencia, los desequilibrios hormonales, la quimioterapia, las quemaduras, lesiones, entre otros.
Para restaurar por completo el crecimiento natural de las cejas, algunas clínicas ofrecen además, un paquete de trasplante de pelo para este lugar de la cara.
Trasplante capilar en mujeres
La caída del cabello es un hecho típico también en las mujeres. Estas pueden perder el cabello por diversos motivos, como la falta de hierro, la insuficiencia de vitamina B12, los daños causados por el calor, los medicamentos, las enfermedades o la genética.
Afortunadamente, el trasplante capilar puede ayudar a recuperar el cabello también en las mujeres. Se pueden someter a trasplantes capilares normalmente con el método de restauración capilar FUE o DHI.
¿A qué edad se puede hacer una persona un trasplante capilar?
Mientras el paciente goce de una salud excelente, no tenga antecedentes patológicos, disponga de una zona donante suficiente y tenga una densidad donante suficiente, la edad no suele ser un factor decisivo a la hora de realizar o no un trasplante capilar.Aunque no hay un límite de edad superior y no supone un problema, los médicos prefieren operar a pacientes de más de 30 años para poder seguir la progresión de la pérdida de cabello en el futuro.