Los vapers desechables están de moda tanto entre los fumadores habituales, que en muchas ocasiones los emplean a modo de sustitutivo de los cigarrillos, como entre aquellas personas que no fuman tabaco, pero a los que les gusta relajarse vapeando.
Este tipo de dispositivos, por sus características, son ideales en ambos casos, más cuando se pueden comprar ya en muchos lugares e incluso por Internet, algo que ayuda a que se distribuyan entre el público más joven.
¿Por qué se venden tanto los vapers de usar y tirar?
Hay muchas diferencias del vapeador desechable frente al recargable, lo que ha hecho que ahora el primero sea preferido ante el segundo, aunque lo cierto es que el recargable también tiene una buena base de usuarios.
Tienen un precio muy atractivo
Una de las causas de que los vapers desechables se vendan tanto es su precio. Es cierto que hay muchos modelos recargables económicos, pero no pueden competir con los de utilizar y tirar en este aspecto, pues por poco más de seis euros podemos adquirir uno.
Hay una cantidad de sabores increíble
Otro de los motivos de que este tipo de vapeadores estén de moda es que hay una serie de sabores que son casi infinitos. Banana, frutos rojos, tarta de queso, etc., son solo algunos de los que vamos a poder comprar.
Además, hay pods tanto con nicotina como sin ella, por lo que todo el mundo va a encontrar el más adecuado a sus gustos y a sus necesidades, sirviendo los que llevan nicotina para ayudar a dejar de fumar.
Es muy cómodo
Quizá lo que ha hecho que se vendan de esa forma los cigarrillos electrónicos desechables es la comodidad que aportan a los usuarios, los cuales no deben hacer nada más que adquirirlos y comenzar a vapear, sin preocuparse por la recarga.
¿Qué diferencias hay entre los cigarrillos electrónicos recargables y los de un único uso?
Ambos productos son muy similares, pero tienen algunas diferencias que hacen que su público sea totalmente distinto.
Los pods recargables necesitan una atención mayor
La principal diferencia entre los dos vapeadores es que el recargable requiere de algo más de trabajo por parte del usuario, ya que hay que acordarse de cargar su batería con el fin de que esta no se termine.
Cuando el líquido se gasta hay que rellenarlo. La tarea no lleva más de medio minuto, pero a veces el líquido se puede salir si no tenemos una superficie plana sobre la que rellenarlo, como cuando estamos en el transporte público.
A cambio de este trabajo por parte del usuario, lo cierto es que la batería de los rellenables dura bastante más.
La inversión inicial
Otra diferencia es la inversión inicial que se debe hacer, ya que mientras un vapeador desechable se puede comprar desde unos 6,50 euros, los recargables parten en los 25, más o menos.
Eso sí, a largo plazo la diferencia no es tal, porque poco a poco el pod recargable se amortiza debido a que solo hay que comprar los líquidos para rellenarlo, los cuales son más económicos que los vapers desechables.